
- ¿Vienes a comer este jueves a casa? ¿Te gustaron los calamares que te guardé el otro día? ¿Vas a Camprodón este fin de semana?
Tras mi respuesta, ella dice -vale, vale, muy bien, un besito- y colgamos.
Como la veo por lo menos una vez a la semana me encanta que sea así. Ya lo dicen, lo bueno, si breve...y quizás por eso me encanta recibir sus llamadas. El otro día, sin embargo, la noté preocupada.
- Abuela, ¿estás bien? -
- Bueno, estoy un poco disgustada...tengo derrames.-
-¿CÓMO? Mamá no me ha dicho nada...¿Qué te ha dicho el médico? ¿Cuándo ha sido?
- ¿Cómo? ¿El médico? No, derrames en la casa...es que me van a costar un dineral.
Y luego la gente se pregunta porqué quiero tanto a la abuela...¿no es adorable?
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