
Las imágenes eran de lo más agradables: aguas cristalinas, palmeras cocoteras y hamacas sobre la arena blanca. Una voz masculina describía el paraíso: un hotel de cinco estrellas en una isla caribeña para aquél que mandara por correo postal la respuesta acertada —la fiebre del móvil aún no había llegado a este país—. Afuera llovía y todos refugiamos nuestros problemas en ese pedacito de anuncio.
Mi abuela suspiró…—Ay, ¡qué bonito es Turavia!—
1 comentario:
Te felicito por la iniciativa.
Poca gente dedica algo de su tiempo a las personas mayores que por otro lado me parecen venerables como a tí ; son pozos de ciencia y sólo por su experiencia acumulada y lo que nos pueden aportar merecen todo nuestro respeto.
Yo tengo un blog hace ya casi dos años y desde hace poco me he animado a colgar también videos en él.En principio es una crítica al ser humano pero de vez en cuando también lo uso como diario personal y en este caso colgué unas cosas referentes a una de mis aficiones , el ilusionismo.
Si te gusta podríamos colocar un link en mi blog que linke al tuyo y en el tuyo que linke al mío ; así podemos incrementarnos mutuamente las visitas.
Te dejo mi blog para que te lo mires si te apetece:
http://www.peroquenospasa.blogspot.com/.
En caso de interesarte déjame un comentario en cualquier artículo de mi blog o bien puedes escribirme a marcosgp@telefonica.net
un saludo
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